I am Kirshta ~Libre~

Me rei internamente, ya comenzaba a acostumbrarme a eso de no tener que hablar y la verdad esque era muy divertido e interesante. << Estoy segura que podras conseguirlo >> dije expresando toda mi confianza en ella. << Y si no te importa me gustaria ayudarte con todo lo que pueda >> Comenté muy animada abrazandome al cuerpo del shek para que ninguna rafaga de viento me tirase de su lomo. Podia sentir su corazón latir y debo admitir que me relajaba mucho el sonido vibrante y pulsante del corazón de la criatura.

Si hubiéramos estado en el suelo, y fuera humana, le habría abrazado en aquel momento por la confianza y el apoyo que me daba, pero en aquel momento solo pude transmitírselo mentalmente.
<<Me vendría muy bien algo de ayuda. Gracias>> -le dije con sinceridad.
Cuando estaba en casa, mi abuelo me ayudaba mucho, pero aquí casi siempre tenía que hacerlo sola, por lo que era todavía más difícil.
En ese momento llegamos al final del Bosque Prohibido, no llegué a entrar a él, sino que me fui hacia el linde para ver si había alguien por allí, y al parecer no. así que empecé a descender lentamente. Durante el vuelvo lo había hecho también despacio, pues no era fácil ir a lomos de un shek y menos si era la primera vez. Me coloqué en el suelo, mirando alrededor, y esperé a que Rose bajara.

Asenti inconscientemente y luego para que ella se diese cuenta de que estaba mas que dispuesta ayudarla expuse mis pensamientos en una sola frase. << Siempre que me necesites estare ahí. >> Cuando acabe la frase ella empezo a descender asique me agarre mas firmemente al cuerpo escamoso de la serpiente. Cuando tocamos tierra descendi lo mas rapido que podia del Shek y mire a Kirshta esperando que ella se tranformase de nuevo en Alysa para poder abrazarla como es debido. Sonrei mirando a los ojos del Shek sin miedo ninguno mientras esperaba.

Me quedé un momento más como shek. Siempre lo hacía, tenía que hacerme a la idea de volver a ser yo, ya que con cada transformación me sentía rara. Finalmente volví a ser la chica de 15 años que para muchos es una chica totalmente normal, sin nada anormalmente extraordinario, y que en aquel momento acababa de llegar volando transformada en lo que es para muchos un animal mítico.
Cuando me transformé en humana extendí los brazos en cruz, esperando a que Rose se acercara. En aquel momento necesitaba darle un abrazo.

Sonrei al ver la metamorfosis de Alysa. Cuando la vi de nuevo transformada en ella mismas no pude correr hacia ella mientras levantaba los brazos para que la abrazase. La tomé de la cintura y la abrace fuertemente. -Aly muchas gracias por confiar en mi. Prometo guardar el secreto.- Dije mientras la balanceaba un poco. Me hacia muy feliz que ella hubiese confiado en mi tan profundamente y no pensaba fallarla ni aunque me torturasen, jamas revelaria su secreto si ella no me lo pedia.

La abracé con fuerza un rato. Al escuchar sus palabras sonreí ampliamente.
-No esperaba menos de ti -dije divertida, y complacida por no haberme equivocado en lo que había hecho.
Volví a abrazarla un momento y después me separé un poco de ella, para mirarla a la cara.
-En serio Rose, muchas gracias por todo -empecé-. Por guardar el secreto, por querer ayudarme, por no salir corriendo -dije, riendo finalmente.

Rei cuando dijo lo ultimo. -Tranquila, cosas peores hay en el mundo, no iva a salir corriendo porque mi amiga sea una serpiente gigante.- Dije divertida mientras la abrazaba de nuevo. Era magnifico que Alysa compartiese conmigo ese secreto. No podia evitar sentirme muy feliz por la confianza que ella depositaba en mi.

No dejaba de sonreír, y menos cuando escuché lo que dijo, que me hizo gracia.
-Poca gente lo sabe, y en Hogwarts menos todavía. Sería como si fuera el animal de un zoológico o yo que se que... -comenté, haciendo una mueca, solo de imaginarlo me daba repelús-. Nadie puede controlar a un shek, pero si a una chica de 15 años -dije riendo un poco.

Froté su espalda con cariño. -No permitire que eso pase, te lo juro.- La simple idea de ver a Alysa como experimento cientifico en manos de curiosos que podian hacerle daño hizo que se me helase la sangre. Me juré a mi misma que nunca permitiria que pasase eso. -Vamos a hacer una cosa. Quiero que pruebes si en tu forma humana puedes leerme la mente.- dije sentandome en el suelo y tirando de su mano para que ella se sentase frente a mi. -Solo dime que tengo que hacer y concentrate en conseguirlo.- añadi con una sonrisa.

Le agradecí con la mirada que me defendiera y cuidara tanto, era algo que incluso la persona más dura necesita en ocasiones. Escuché lo que dijo mientras se sentaba y tiraba de mi. Le hice caso, pero no estaba segura de que pudiera lograrlo.
-¿Estás segura? Digo... si lo consigo puedo ver cualquier cosa... incluso recuerdos que hayas querido olvidar -le expliqué-. Por otra parte no creo que lo consiga -dije riendo un poco-. Solo tienes que mirarme a los ojos, si lo consigo por mucho que quieras no podrás apartar la mirada... -acabé.

Asentí sonriendo. -No tengo nada que ocultarte Aly...ya lo sabes.- Puse erguida la espalda y fije mis ojos a los suyos parpadeando la minimo posible. Confiaba en ella y sabia que viese lo que viese jamas lo iria contando por ahí, para eso ya teniamos a la cotilla particular de Hogwarts. Inspire profundamente. -Sé que puedes hacerlo.Confio en ti.- dije poniendo mi mano sobre la suya con cariño.

Inspiré hondo, cogiendo así las fuerzas que necesitaba.
-Está bien... vamos allá... -susurré, aunque era más bien para mi.
Mi fijé en sus ojos, concentrándome por llegar más a allá de ellos, por sacar el poder del shek sin sacar a Kirshta.
-De vez en cuando intenta moverte de alguna manera o desviar la vista o algo de eso... -le pedí-. Si no puedes es que lo he conseguido -dije sonriendo.
Volví a fijar mi vista en sus ojos, aunque parecía que no pasaba nada. Pero acababa de empezar y no creía que me fuera a salir de repente por lo que no perdí la esperanza, las fuerzas...

Asenti antes de que ella fijase los ojos en los mios sin parpadear. Senti hormiguear los dedos de mis manos. Movi el dedo indice, aunque realmente no se movio mucho, fué mas bien como un espasmo, pero si aun me movia era que aun no estaba dentro de mi cabeza. Puse la mente en blanco para relajarme y relajé los musculos de todo mi cuerpo poniendo todo lo que podia de mi parte para que ella lo consiguiese. Tenia los dedos dormidos...eso solo podia significar que algo estaba consiguiendo Alysa.

Me estaba costando mucho más que convertida en shek, ya que así solo era cuestión de segundos, pero al pensarlo veía que la cosa no estaba saliendo tan mal como creía en un principio, que podía conseguirlo. Seguía perdida en sus ojos intentando mirar más allá, y por fin, cuando empezaba a cansarme, lo logré. Todavía eran las puertas de su mente lo que veía, por llamarlo de alguna manera pero ahí estaba, y sabía que en ese momento la Ravenclaw ya no podía moverse. Me atreví a continuar allí, aunque no me acababa de gustar hacer eso, aunque ella me lo contase todo, no era lo mismo. Desvié la vista de ella, dejándola libre de todo "embrujo".

La sangre se me heló en las sienes cuando me quede totalmente rigida, prove de mover los dedos pero estos no me respondian. Mis organos fucionaban con normalidad pero no podia moverme lo mas minimo. Me senti eufórica por dentro, estaba muy contenta porque Aly lo habia conseguido.De pronto ella desvió la mirada y pude moverme. Me quede boquiabierta. -¡Aly! ¡Lo has conseguido!- Dije abalanzandome sobre ella y dandole un abrazo enorme. No estaba segura de si habia visto algo en mi cabeza porque nada habia aparecido en la mia mientras ella estaba dentro. -¿Vistes algo?- pregunte separandome de ella mientras la tomaba de las manos.

Estaba feliz. Lo había logrado, pero no era capaz de hacer nada. Tenía ganas de gritar, de saltar... ¡de correr! Pero nada me salía, perecía que seguía en shok, después de descubrir que lo había conseguido. Escuché claramente las palabras de Rose, y le devolví el abrazo como pude. Seguía sin creérmelo por lo que tarde un poco en contestar, cuando lo hice un brillo especial se veía en mis ojos, era diferente, y tenía una gran sonrisa dibujada en el rostro.
-¡No me lo puedo creer! -acabé gritando-. ¡Lo he conseguido! Así... de repente... -dije contenta.
Al escuchar su segunda pregunta me quedé pensando como se lo podía explicar.
-Pues algo he visto, solo para asegurarme que lo había conseguido... -empecé- pero ha sido solo lo más reciente...
Estaba feliz, aunque me había costado bastante conseguirlo, al fin lo había hecho.

Apreté sus manos entre las mias con cariño. -Me alegro mucho por ti Aly. Seguro que con mas práctica podrás hacerlo enseguida, estoy segura.- Ella estaba pletórica de felicidad y me lo contagiaba a mi que me sentia muy feliz porque mi amiga habia conseguido realizar algo que deseaba mucho y yo habia ayudado. Y no me importaria ayudarla cuantas veces necesitase.

Le sonreí ampliamente después de lo que dijo.
-Es... fantástico -dije, sin poder creérmelo todavía-. Aunque lo consiga sabes que no lo haré seguido... solo si fuera necesario... -comenté-. Todo el mundo tiene derecho a tener sus secretos, ¿no? -sonreí.

Me pregunté que era lo que habia visto para que me dijese eso. -Aly...ya sabes que no tengo secretos contigo. Asique si lo dices por mi , que sepas que mi cabeza esta abierta jeje- Ella siempre se las ingeniaba para adivinar si me pasaba algo y habia pocas cosas que no le contase. Y si no se lo contaba ella lo averiguaba siempre y esa era la principal razón por la que no me importaba dejarla meterse en mis recuerdos.

Negué con la cabeza por lo que dijo.
-No, no es por ti. Sé que me lo cuentas todo, sino no hubieras dejado ni que lo intentara, y a parte lo he visto -dije riendo-. Pero aun así, una cosa es que me lo cuentes porque quieres y otra que me meta en tu cabeza sin permiso, es algo muy personal, ¿no crees? -comenté.

Sonrei asintiendo mientras jugaba a entrelazar los dedos de mis manos. -Tengo que darte la razón, pero ya sabes que no me importa que te metas en mi cabeza, ademas yo te doy permiso para que lo hagas, ¿no?-dije paseando mi mirada de mis dedos a su cara y a la inversa algo nerviosa.

Aunque sus palabras me reconfortaban no había podido evitar darme cuenta que estaba algo nerviosa. Quizá era mejor no preguntarle nada, pero al final la curiosidad por que tuviera que ver con todo esto, ganó.
-¿Pasa algo Rose? Te veo nerviosa -dije sonriendo amablemente.

La mire con media sonrisa. -Veras...tengo algunos recuerdos que no son muy éticos la verdad. Quiero que cuando los veas, porque sigo empeñada en ayudarte que conste, no me malinterpretes.- Suspire aliviada cuando le conté aquello. Ahora si que podia meterse en mi cabeza sin ningun problema.

La miré entre tierna y divertida, porque estaba preocupada por eso.
-Aunque no me lo hubieses contado, aunque no lo viera... de alguna manera lo sabría -dije sonriendo.
Las cosas no muy éticas, como había dicho Rose, no se solían ir contando por ahí, al menos no con pelos y señales, pero se intuían como mínimo.

Sonreí al ver lo que me decía. -Simplemente queria decirtelo, me quedo mas tranquila si lo sabes. No quiero que te asustes o algo.- dije mientras por mi cabeza pasaban una serie de recuerdo de mis 6 años. Movi la cabeza para alejarlos mientras continuaba con la sonrisa en los labios.