Descubriéndolo ~Libre~

Reí un poco por lo bajo y le miré divertida.
-Siempre que mis hermanos quieres despertarme lo hacen así, aunque fuera suficiente con un "Alysa, despierta" -comenté.
Apoyé mi cabeza en su hombro, un poco sorprendida de que me atreviera a hacer aquello. Estaba un poco sonrojada, cosa que se hizo más intensa cuando pregunté en un susurro:
-¿Ahora qué?

Sonrei cuando apoyó su cabeza sobre mi cabeza. Como por instinto, apoyé mi cabeza sobre la suya. Me quedé algo pillado con su pregunta, era lo mismo que yo quería preguntarle a ella.
-Ahora que de nosotros?

Asentí un poco. Sabía que él lo había notado ya que había apoyado su cabeza sobre la mía. No lo tenía muy claro... pero también creía que por intentarlo no pasaba nada, por muy difíciles que resultaran algunas cosas.
-No creo que perdamos mucho por intentar... -empecé, pero me callé al momento.
Había una parte de mi que seguía sin creerlo e insinuarle que salieramos juntos hacía que me muriera de vergüenza.

Sonrei al ver que se callaba. Le daba la misma verguenza que a mi al parecer.
-A mi tampoco me parece que perdamos nada por...
Me callé en el mismo punto de la frase en el que se habia parado ella.
Cogi aire y lo solté de golpe
-... por que salgamos juntos.
Cerré un ojo esperando que ella estuviera hablando de eso

Seguía con la cabeza apoyada en su hombro, incluso cuando llego al punto de la frase en el que yo me había quedado. Aquel momento, apenas unos segundos, en el que estuvo callado fueron eternos. Al escuchar como continuaba su frase levanté la cabeza para mirarle a los ojos. Al ver su expresión no pude hacer otra cosa que sonreír.
-No perdemos nada -sentencié, mirándole fijamente a los ojos, sonriendo dulcemente.

-Nada de nada
Sonrei para despues darle un corto beso y apoyar mi cabeza sobre su hombro, de la forma que ella habia estado sobre mi.

Le devolví sin dudar nada el beso que me dio y no hice nada más que tenderle el hombro cuando se apoyó sobre él. Me quedé pensativa en ese momento. No había esperado que eso pasase nunca, era demasiado negativa muchas veces, pero sobretodo no esperaba que aquella noche fuera el momento y lugar adecuados. No me había parado a pensar desde hacia un buen rato que estábamos perdidos en el laberinto, tampoco me importaba demasiado en aquel momento.
-Sigue pareciéndome que no es real -comenté algo masoquista.
No dudaba que volviera a pellizcarme.
-Era algo que veía tan lejano... y ya esta -añadí.
Miraba las estrellas. Siempre me habían parecido hermosas, pero a partir de entonces me gustarían más aún, estaba segura, sobretodo las estrellas fugaces.

-Algo que veias tan lejano?
Me alcé de su hombro para mirarla a los ojos.
-Pensabas que era algo inalcanzable o que?
Sonrei dulcemente. Nunca pensé que alguna chica no se atreviese a pedirme salir. Yo era.... yo,y para empezar no pensaba que le gustase a nadie.

Me sonrojé un poco al escuchar sus palabras y ver como me miraba. Asentí levemente con la cabeza, bajando luego la mirada.
-Supongo que me tendría que querer un poco más a veces, o en algunas ocasiones -comenté, sonriendo un poco.

La rodeé con un brazo y la atraje hacia mi. Me tumbé en el suelo y hice que apoyase su cabeza sobre mi pecho.
Comencé a jugar con su pelo, enrollandolo entre mis dedos.
-A quien crees que deberiamos contarselo primero?
Estaba sonriendo, feliz, aunque ella no pudiese ver mi cara.

Pasé una mano por su cintura cuando me llevó hacia el, rodeandome con uno de sus brazos. Al tumbarse aparte el brazo, dejándolo bajo de mi, al ponerme de lado y apoyar la cabeza en su hombro. Siempre me había gustado que me tocasen el pelo, simplemente me encantaba, me podía tirar horas así. Escuché su pregunta y después de pensarlo levanté un poco el rostro hacia el suyo, sin levantarlo de su pecho.
-Yo... a mi me gustaría decirselo a mis hermanos -murmuré.
Sabía bastante bien la relación que tenía él con Cesar... Era algo que me preocupaba, pero no demasiado, ya que sabía que mi hermano respetaría cualquier cosa que yo decidiese.
-¿Y tú a quien se lo quieres decir? -le pregunté.
Me incorporé un poco, apoyándome en uno de mis brazos, para verle mejor. Mientras mis dedos empezaron a deslizarse lentamente sobre su pecho, acariciándole. Fue un acto del que apenas tuve conciencia que lo hacía, al menos no al principio. Cuando me di cuenta hubo un momento en el que vacilé, pero luego continué igual.

-A tus hermanos?
Peter me caia genial pero, Cesar no era precisamente mi mejor amigo.
-A Cesar?
Me quedé palido al pensarlo. Por mucho que fuera su unica hermana y la quisiese muchisimo, no dejaria que yo saliese con ella.
-Sabes que va a matarme verdad?

Le miré tiernamente cuando escuché lo que decía de Cesar, y vi la cara que ponía. Negué un poco con la cabeza.
-Cesar tiene que saber que si se lo cuento es solo para que lo sepan, no para que opine demasiado, ni para que elija por mi -comenté-. Sé que esta vez lo entenderá.
No sabía porque lo decía exactamente, pero era lo que sentía. Mi hermano parecía haber madurado mucho en los últimos tiempos. También recordaba aquel día en la playa, cuando veía la situación en la que estaba en este momento, perfectamente, y las palabras de Cesar... que sería mi decisión. También hay que decir que ese día todo era hipotético, por lo que alomejor cambiaba un poco cuando se lo contara o no.