Enviando una carta [Scorpius]

Subi por la tarde a la lechuzeria, el sol pegaba muy fuerte por lo que me habia puesto unos tejanos rotos y una camiseta de tirantes con mis convers de siempre. Al entrar la mitad de los postes estaban vacios y el resto de lechuzas dormian en la parte alta. Llame en voz baja a mi propia lechuza, una blanca con una mancha negra en el ojo derecho, que segun mi tio Harry le recordaba a su antigua lechuza. -Scor- Habia llamado a mi lechuza Scor por caprichos del destino y sin saber porque. Seria que al menos ese Scor me trataba bien. Saque mi carta de mi bolsillo y la ate con cariño a la pata de la lechuza cuando esta se poso en mi brazo. Me acerque a la ventana y mire al cielo acariciando la cabeza de la lechuza con mas cariño del habitual.

Hacía un buen día, quizás más calor del que me hubiera gustado, pero se estaba bien. Llevaba unos tejanos algo desgastados y una camisa negra, fina y apropiada para el tiempo que hacía.
Subí a la lechucería, con suerte allí correría algo de viento, y en efecto. Conforme iba subiendo las escaleras hacia la lechucería el viento la empezaba a darme en la cara, haciendo que mi pelo se moviera. Oi mi nombre y aligeré el paso, para acabar encontrando allí dentro a Rose, que hablaba con su lechuza.
- Le has puesto mi nombre a tu lechuza? Eso si que es obsesión... -dije sonriendo.

Me gire de golpe al oir la voz de Scorpius, la lechuza se agito en mi brazo y me mordio en el dedo a modo de reprimenda por el susto. -Se llamaba asi antes de conocerte la verdad. Es una coincidencia, no muy agradable debo añadir- Me gire hacia la ventana con el viento revolviendome el pelo con una pequeña sonrisa en los labios. -A la casa de los Potter ¿De acuerdo Scor?- La lechuza me miro con sus enormes ojos y incluso parecio asentir, hecho a volar a traves de la ventada. Me gire para mirar a Malfoy apoyandome en la ventana. -¿Que haces aqui?- pregunte amablemente

- Psé nada en especial... -dije encogiendome de hombros- Quería coger un poco de aire, ahí abajo hace calor... -dije señalando las escaleras que bajaban desde la lechucería.
- Tu subconsciente te hizo ponerle mi nobre a tu lechuza antes de conocerme incluso! Cómo es el destino, eh? -dije poniendo cara de estar fascinado por el hecho.

Eché un vistazo rápido por la ventana , en los jardines no corria ni una pizca de viento y los estudiantes se refugiaban del calor a la sombra de los arboles. Volvi la vista hacía Scorpius cuando menciono a mi lechuza. "Busca una excusa rápido" Trage saliva con la excusa perfecta en los labios. -En realidad es culpa de mi hermano Hugo, el le puso el nombre a la lechuza...la llamo...Escorbuto y con el tiempo se quedo con Scor. ¿Te molesta que un animal tan servicial como una lechuza lleve tu nombre?- Dije esbozando una sonrisa divertida suspirando, al menos había salido del aprieto.

Eché un vistazo de arriba a abajo cuando ella comenzó a caminar para mirar hacia abajo. Pero la sonrisa de mis labios cambió en cuanto me dijo su explicación.
- ¿Cómo puede haber derivado hasta mi nombre? Es asqueroso... -dije con cara de asco.- Bueno, él, o ella -señalé por dónde se había marchado la lechuza- se alegrará de que su nombre haya cambiado -dije recobrando mi sonrisa.

No pude evitar reirme de su cara de asco asique me tape los labios para no resultar grosera. Cuando dijo que mi lechuza se alegro de que su nombre cambiara. -Creo que a el, le gusta Scor, ademas le queda bien.- Dije mirando por la ventana de reojo distraida y luego dirigi la mirada hacia lo postes en los que descansaban un par de docenas de lechuzas más. -¿Esta la tuya aqui?- dije mirando a Scorpius unos segundos para volver a dirigir la mirada hacia las lechuzas.

- Es normal que le guste Scor... a ti también te gusta... -dije sonriendo ampliamente, tomando el tema de la manera que a mi me convenía, refiriéndome más a mi que a mi nombre- No lo niegues.
Comencé a caminar por la lechucería mirando a mi alrededor, buscando a mi lechuza. Era gris claro, aunque con manchas algo más oscuras detrás de la cabeza y junto las patas. Era lo que siempre usaba para distinguira. Además del sonido que hacía siempre que me veía.
Me acerqué a ella al distinguirla entre el resto y se la señalé a Rose.

Asenti. -Si Scor es un nombre bonito para una lechuza.- dije a la defensiva, no iva a caer es sus trampas, eran demasiado obvias. Le vi buscar entre las lechuzas la suya, una preciosa lechuza moteada la verdad. Me la señalo y me acerque. Acaricia el pecho de la lechuza con infinito cariño. -¿Como se llama?- dije mirandole mientras continuaba acariciando la lechuza.

Sonreí. Rehuía el contexto de mi comentario, y eso decía mucho.
Ví cómo se acercaba hasta mi y mi lechuza y comenzaba a acariciarla.
- Nombre? Pues... no se.. Lechuza? -me encogí de hombros- Nunca me he parado a ponerle nombre, no se... No se me da bien hacerlo.

Sonrei divertida mientras las lechuza se regodeaba mirandonos. -Deberias ponerle uno. Asi podras llamarla desde lejos sin tener que acercarte a ella. Ponle de nombre algo que te guste, no se cualquier cosa.- Dije mirandole directamente a los ojos, cosa que se me hacia dificil. Tenia la cabeza embotada, como suspendida en el aire de pura abrumación.

- Ya habrá tiempo para pensarlo... -dije mirando la lechuza mordiendome el labio. Cada vez que me acercaba a esa lechuza recordaba a mi familia y su ausencia de cartas cuando estaba en Hogwarts. Cuando volvía a casa era todo atención, pero durante el curso...
Mi lechuza era la más cómoda de aquella lechucería. Llegaba en septiembre y hasta junio no se movia de alli... Ecepto vuelos cortos que hacía por puro aburrimiento.

Rasque el ala de la lechuza distraida mientras miraba la cara de Scorpius de reojo, parecia pensativo, incluso triste. -Es una lechuza muy bonita.-dije tratando de sacarle de su ensimismamiento. -Parece aburrida.- dijo como un simple comentario.

Salí de mis pensamientos cuando oi la voz de Rose dirigiéndose a mi.
- Sí, es normal que se aburra, yo en su situación estaría igual... -sonreí de lado, con gesto resignado, mientras veia las manos de Rose recorriendo las alas de la lechuza.

Continue acariciando a la lechuza con cariño mientras miraba a Malfoy. -¿Su situación?- repetí extrañada -¿Que situación?- Scor lo habia dicho con resignación. Sonrei tratando de animarlo y instandole a que me explicase aquello que se lo comia por dentro.

Me alejé de ella, apoyandome en uno de los muros de piedra de la lechucería. Suspiré al oir su pregunta.
- No sle demasiado de aquí... No es que me lleguen demasiadas desde casa, aunque yo las mande. -miré a Rose, levantando la mirada desde el suelo- Pero bah! no me hace falta -dije fingiendo que no me importaba que no lo hicieran.

Sonrei de lado. Mis padres si solian escribir a menudo, supuse que seria duro no recibir ni una sola carta de casa aunque tu envies y envies cartas. El le resto importancia pero parecia que si le importaba. -Supongo que el señor y la señora Malfoy estaran ocupados. Y sabran que te sabes cuidar solo y que con la edad que tienes ya no hace falta que te envien cartas.- Dije tratando de animarle y la vocecita de mi cabeza contraataco "Estas excusando a los padres de Scorp, definitivamente te has vuelto loca" Movi la cabeza para alejar esos pensamientos.

Fruncí el ceño mirando a Rose.
- Puede que sepa cuidarme solo, pero una carta de vez en cuando no creo que estuviera de más, no crees? -la miré algo alterado.
No sabía qué me molestaba más, si el hecho de no recibir noticias de casa o que Rose los excusara.

Frunci los labios, sabia que me tenia que haber callado pero normalmente tendia a decir estupideces delante de el. Parecia realmente molesto.-Bueno...yo...Si tienes razón, lo siento. A mi tambien me molestaria no recibir noticias de casa. Estas en tu derecho de emfadarte.- Me concentre en la lechuza de Scorp y en acariciarle las alas para no decir ninguna estupidez más

Suspiré, posiblemente me había pasado, pero ese tea era superior a mis fuerzas.
- Lo siento, igual he exagerado un poco... -dije a modo de disculpa observándo como ella seguía acariciando mi lechuza.
Probablemente le hubiera dado ya más cariño ella que yo en todos estos años.

La lechuza gorgojeaba feliz cuando la acariciaba. Me gire hacía Scorp.-No importa, no es culpa tuya- dije con una sonrisa sincera. El ave picoteo en el aire ansiosa porque habia dejado de acariciarla y eso me hizo reir. Palmee la cabeza de la lechuza con cuidado y ella ululo tranquila. -A lo mejor...-me mordi el labio sin saber si continuar. ...¿Oye... tienes hambre?-dije desviando mi tema de conversación principal. Rebusque en mi bolso y saque un par de manzanas. Le alargué una y espere que la cogiera.

Miré sonriendo cómo trataba a mi lechuza sin nombre y luego al oirla asentí. La verdad es que empezaba a tener hambre.
Alargué la mano y cogí la manzana que me ofrecía, agarrándola con fuerza antes de darle un mordisco.

Me lleve mi propia manzana a la boca cuando el tomo la suya. Le di un pequeño mordisco mientras miraba la pared de piedra que estaba tras Scor, fijando la mirada en un punto gris de la pared. Le di otro mordisco a la manzana paseando mi mirada de la pared a la manzana que sostenia Scorpius. Mi garganta parecio empequeñecerse al paso del trozo de manzana.

Ví cómo Rose fijaba su vista en la pared y yo, con curiosidad hice lo mismo. Pero vi que luego pasaba su mirada hasta la manzana que yo sostenía, y la miré extrañado al ver como tragaba con dificultad.
- ¿Estás bien?

Me force a mi misma a tragar completamente pero con dificultad. Levanta la mano para indicarle que estaba bien y acto seguido deposite mi manzana sobre el comedero de las lechuzas. -No quiero mas.- dije tragando saliva para deshacer el nudo que tenia en la garganta. Me apoye en la pared mirandome las zapatillas.