Bañandome [Keller! =) ]

Yo me reía, pero ésta vez no de manera incontrolable, si no porque me parecía divertido. Seguí haciéndole cosquillas por unos minutos. Paré un momento.
- Creo que ya estamos en paz, ¿no?- pregunté, levantando una ceja.

-Si! Ahora seria usted tan amable de dejar a mi cuerpo relajarse aunque sea por un par de minutos? Lleva un dia muy movidito y le gustaria descansar.
*Me estire todo lo que pude, y deje mi cuerpo como si estuviese muerta*
Por cierto, cuando volvamos al castillo quiero enseñarte una carta, a ver que te parece a ti. Y bueno, ahora cuentame algo? Que has sentido cuando Kelly casi te mataba? *sonrei*

(Qué... qué mal suena...)

Sonreí cuando me pidió que la dejara en paz. Yo también estaba algo cansado, aunque las cosquillas se las había hecho con el objetivo de hacerle pagar con la misma moneda. Coloqué las manos detrás de la nuca. Mi expresión denotó curiosidad cuando mencionó la carta, aunque de repente ella cambió de tema otra vez. Hice una mueca.
- Simplemente quería salir de allí. Había varias posibilidades, o que me matara, o que me echase tinta en los ojos.- Fruncí el ceño.

-Lo peor habria sido lo de la tinta en los ojos verdad? *Dije mofandome* Kelly es maja, lo unico que queria era que yo le diese comida, no come humanos. Pero no se da cuenta que no somos capaces de respirar bajo el agua. Algun dia de estos se lo tendre que explicar *rei. Una leve brisa me daba en el aire, estaba relajada.* Cuentame algun cotilleo que me aburro mucho! *sonrei*

Fingí fulminarla con la mirada al oír su defensa acerca del maldito bichejo. ¡Es obvio que no lo sabía, si ni siquiera tenía la capacidad de razonar! ¡Por mucho que se lo explicara, no cambiaría de parecer!

Y ella estaba como si no hubiera pasado nada. Bueno, tampoco es que le hiciese gracia verla mal. Había llegado a la conclusión de que Alexis tenía talento natural para olvidarse de cosas malas con facilidad.

- ¿Porqué no me cuentas tú de qué va la carta? - pregunté. ¿Cotilleos? Eso no era lo mío.

-La carta? Que carta? *Me hice la tonta* Ah! La carta! Es que no la tengo aqui y preferiria que la leyeses *me hice la indiferente* Pero si quieres te lo cuento y si eso luego ya te la enseño *Como de la forma que estaba tumbada no le veia, me puse bocabajo, inque los codos en el cesped y levante la cabeza en su direccion* Te acuerdas que te conte que mi madre nos abandono a mi padre y a mi cuando yo era pequeña? Y que por eso era tan negada al principio con la magia, porque no supe nada de la magia hasta el dia anterior de venir a Hogwarts, pues la magia me viene de mi madre y mi padre no me conto nada.

Empezó a contarme acerca de la carta. Me coloqué sobre un costado para poder verla mejor, poniendo el codo en la hierba y apoyando la cabeza en una mano. Asentí cuando me preguntó sobre lo que me había contado anteriormente. En el momento en el que acabó de hablar, levanté las dos cejas, sorprendido.
- ¿Así que eres mestiza, como yo? - pregunté, sin disimular la sorpresa.

-Sí. Si yo creo que te lo conté! Otra cosa es que tu prestases atencion *reí* Bueno ahora ya tenemos algo en comun! Los dos somos mestizos!! *Volvi a reir* El caso es que mi supuesta madre me ha mandado una carta diciendo que me quiere conocer, pero me parece muy raro que me lo mande, es muy extaño, pues ella dijo bien clarito que no queria saber nada de mi.

Fruncí el ceño, intentando recordar. Nah. O era exactamente eso, que no le había hecho caso, o simplemente no me acordaba. Para evitar que me volviera a pasar, escuché con atención el contenido de la carta que me estaba contando.
- ¿Se lo has dicho a tu padre? - pregunté, después de estar unos segundos callado. No sabía qué decir en esos momentos.

-No! No he tenido ocasion. Ademas no se como decirselo. Que le digo: "Hola papa, nada que mama me ha enviado una carta. Diciendo que aunque me abandono quiere conocerme. Dice que la culpa fue tuya, porque no la querias por ser maga. Es verdad eso papa? Es verdad?". Primero tendre que ver si es mi verdadera madre... y luego ya si eso se lo dire a mi padre. No quiero que se cabree por ninguna tonteria!

Apreté los labios. ¿Y si era una loca? No había que pensar demasiado mal, pero por tener cuidado, tampoco iba a pasar nada. Le contesté que no sería buena idea que le contara a su padre (al menos de ese modo) el asunto.
- Si vas a ir a verla, no deberías ir sola.-

-Que? Ahora eres mi angel de la guarda y yo sin saberlo?
*rio*
-Tu tranquilo, cuando valla te lo pedire que me acompañes, vale?
*le doy un beso en la mejilla y sonrio, me vuelvo a tumbar en el suelo*

Fruncí el ceño, algo desconcertado. Pensé que ese tipo de muestras de afecto se daban en países mediterráneos. Bah, tendría que acostumbrarme.
- Simplemente desconfío. Tú misma has dicho que es algo raro.- Hice una mueca.