Mostrándome entre árboles ~Cesar B.W. & Libre~

Al salir de Cabeza de Puerco caminamos por todo el pueblo hasta llegar al pequeño bosque, si se podía llamar así que había a las afueras. Aún así cuando llegamos me adentré un poco más, sin soltar su mano en ningún momento. Verdaderamente estaba nerviosa. Siempre me pasaba cuando me mostraba ante alguien por primera vez. ¿Y si le parecía un monstruo y salía corriendo para siempre? Deseché esa idea de la cabeza... Con otra persona cualquiera podría ser... pero con mi hermano, con Cesar, no.
Solté su mano, mirándole para que entendiera que tenía que dejarme algo de espacio. Me alejé apenas unos pasos, para estar segura de no darle con nada. Miré en todas direcciones para asegurarme que no había nadie, y por último le miré a él sonriendo.
-Allá voy -murmuré, en un susurro apenas audible.
Uno segundo después ya no era la chica de quince años que todos conocían. Entonces, ya era Kirshta.

Nos adentramos bastante en el bosque, lo miraba todo y sin soltar
la mano de mi hermana, sonreia mirando lo nerviosa que estaba, se
le notaba a leguas, me mordia la lengua para no reir, uno tenia
que ser buen hermano.
Me quede inmovil cuando ella me solto la mano y se alejo, derrepente se alejo y en un instante ya no era mi hermana era Kirshta.
-Wau como molas-

No dejé de observarle ni un momento mientras me convertía, para ver su reacción. Al escuchar sus palabras sonreí para mi.
<<Lo sé>> -dije en su cabeza, con un tono divertido-. <<Así no necesito que nadie me defienda>> -comenté.
No esperaba que se sorprendiera por oír lo que sería mi voz en su cabeza, ya que a él nuestro abuelo también le había hablado mucho de los sheks.

Asenti al escuchar su voz en mi cabeza.
-Pero igualmente, si no estas asi te pueden acer daño- Me quede donde estaba

Esperaba una respuesta así, por lo que ya tenía mi respuesta preparada para contraatacar.
<<Convertirme en shek es tan solo unos segundos>> -dije.
Cesar siempre había sido muy protector, dejando a un lado la razón por la que se había convertido en mortífago. Por un lado aquello me gustaba... Siempre había estado ahí, aunque a veces su manera de protegerme no fuera del todo de mi agrado, o incluso que fuera demasiado protector. Pero siempre se lo agradecería.

-El señor poderoso, sabe muchos conjuros, podria hacer que no te convirtieras-
Segui inmovil mirandola

No podía buscar ninguna excusa a eso, pues sabía que era verdad.
<<Lo sé, por eso estoy aprendiendo más cosas>> -comenté-. <<Como por ejemplo utilizar mi poder de shek sin convertirme>> -añadí, pensando en el rato en el bosque que había pasado con Rose, cuando se lo había contado.

-Por si acaso yo se que lo que ago es lo correpto-

<<Depende del punto de vista en que lo veas>> -comenté-. <<Pero sabes que no te voy a juzgar por nada, tampoco por esto. Lo único que puedo hacer es estar a tu lado... de una manera o de otra>> -dije, alzándome sobre mis anillos-. <<Por cierto, Rose lo sabe>> -añadí, refiriéndome a mi condición de shek.
Del otro tema no había más que hablar, al menos de momento, por lo que veía una tontería seguir hablando de eso, diciendo solo lo mismo.

-Gracias por compenderme- Sonrei -Me alegro e que tambien lo sepa-

Incliné la cabeza cuando escuché lo que dijo primero. Sonreí para mi recordando el momento en que Rose me había visto en el bosque, ya que los sheks no eras seres muy expresivos, aunque en mis ojos si que se podía ver algo parecido a la felicidad.
<<Me vio en el bosque y no dude en dejarle ver todo y contarle todo>> -le dije-. <<Por cierto, ella sabe lo tuyo, ¿no?>> -le pregunté, creyendo saber la respuesta.

Mire a mi alredor mirando si habia alguien -Si si lo sabe..por eso no podemos decir lo nuestro- suspire, queria contarlo y queria alejarla de todos esos estupidos babosos, porque era mia, pero, habia que fastidiarse

Solté un siseo, como si hubiera asentido.
<<Si piensas en lo que quieras decirme, yo lo captaré, no hace falta que hables>> -comenté después de fijarme en que había mirado alrededor por si había alguien antes de contestar lo último.

me sente debajo de un arbol esperando aq se acercara a mi para acariciarla
-Esta todo bien-

Me acerqué a su lado cuando se sentó. Por una parte había pensando en convertirme de nuevo en humana, pero muchas veces necesitaba estar como shek y era una oportunidad tan obvia... decidí esperar un poco más. Me hice un ovillo cuando llegué a su lado y plegué mis alas, apoyando mi cabeza en su regazo.

empece acariciar su cuerpo, empece a pensar en rose inconcientmente y sonreia como los niños chicos

No hacía falta que leyera su mente para saber que estaba pensando en la Ravenclaw. Sonreí para mis adentros, aunque él no pudo ver absolutamente nada que le diera a entender eso, pues ni siquiera me veía el rostro de reptil.
<<Me está ayudando a practicar con mi poder... Sacarlo sin que haga falta convertirme>> -le comenté.
No le dije que lo había conseguido desde el primer momento, aunque me había costado.

-Es muy buena con esas cosas- Comente sonriendo

Le mandé una respuesta telepática que fue como un asentimiento, sin llegar a ser un "sí".
<<Lo conseguí el primer día, aunque me costó... y con el abuelo no lo había conseguido>> -le conté-. <<Aunque no tiene mucho que ver la persona, solo es la práctica y el tiempo>> -añadí, abriendo los ojos, lo había entendido de repente.

-Pero tu eres muy lista, por eso apendes rapido- Sorei mirand al reptil que era mi hermana

"Los sheks lo son mucho más" -pensé.
Moví la cabeza, desechando la idea y acomodándome mejor. Era verdad, los sheks eran seres infinitamente más inteligentes que cualquier humano. Entendía las cosas con mucha más claridad y rápideza. Aquel pensamiento no lo compartí con él.
No me gustaba sentirme como un animal de compañía, por mucho que me pareciera a las serpientes no lo era. Los sheks no podrían nunca ser animales de compañía. Aquella situación podía haberme hecho sentir eso, pero con él era diferente. Estaba como shek, pero podría estarlo perfectamente como humana... con la cabeza sobre sus piernas, mientras él me acariciaba el pelo. Y de repente supe que por muchas cosas que consiguiera como shek, jamás dejaría mi vida humana, no dejaría detrás aquellos pequeños detalles que me encantaban... como que me acariciaran el pelo, como estar con mis hermanos...
<<Gracias>> -dije tiempo después.
Quizás creyera que era por lo que había dicho, en realidad era por todo lo que había hecho por mi, por todo lo que le debía, aunque en algunas ocasiones él no lo supiera.

-La gracias a los curas hermana- Me agache y bese lo q parecia su frente, aunque no se lo distinguia, era mi hermana y era comun hacer eso siempre que me apetecia