¿De incognito? [Reed]

(Al fin puedo postear. xD)

Ser prefecto era bastante coñazo. En un principio te sorprendías y te alegrabas, diciendo, ¡wow, soy prefecto! ¡Puedo quitarle puntos a quien quiera! Hm, no había contado con que tendría que estar vigilando los pasillos. En lugar de eso podría estar haciendo cualquier otra cosa, pero no, ahí estaba yo. Llevaba escaqueándome de hacer esa "tarea" desde principio de curso, y a estas alturas ya estaba cierta profesora reclamando mi presencia por los pasillos. Todo estaba quieto, en silencio. Nada fuera de lo normal.

Hasta que escuché un estruendo a mis espaldas.

Fruncí el ceño, desconcertado, y corrí hacia el lugar del ruido. Era el despacho del conserje. Vacilé un poco, pegando a la puerta, pero luego vi que estaba abierta y entré. Los libros estaban desparramados por el suelo. Sin hacer ruido, miré para ver si había alguien.

Empecé a examinar la sala. Tenía que haber alguien, por fuerza. No había pasado mucho tiempo desde aquél ruido y los libros, por supuesto, no se caen solos. Y entonces, bingo. Un libro se cayó de una silla, próxima a la mesa. Muy inteligente, ¡mira que esconderse ahí debajo! Aunque no sé lo que hubiera hecho yo. Me acerqué y asomé la cabeza por debajo del escritorio. ¡Ah, qué bien! Las Weasleys solían caerme bien. Pero aquella era la excepción. Lucy Weasley Smith, cuarto año de Gryffindor. A saber qué estaba tramando en aquél instante. Sonreí de lado, de modo triunfal.
- ¡Vaya, Weasley!- exclamé.

Argh, ¡no! ¡En qué mala hora se le ocurrió a mis padres ponerme ese nombre! Ella sabía que odiaba ser llamado de ese modo. Y sabía que no se le había escapado. Intenté mantener la misma expresión que antes. Lo cierto es que me dio gracia cuando trató de disimular. Aproveché la situación y alargué una mano para quitarle el paquete de cigarrillos. Primera acción como prefecto.
- Sabes que aquí no se puede fumar, ¿verdad?.-

¿Ves? Ahí estaba el motivo de que no me cayera bien. Lucy Weasley era un incordio, un grano en el culo. ¡No podía ser como el resto de su familia, qué va! Tosí un poco cuando me echó el humo, con el ceño fruncido. "Ya estamos", pensé. A modo de respuesta a su pregunta, señalé mi banda. No estaba muy orgulloso de ésta, pero podría sacar alguna ventaja.
- ¿Qué hacías aquí? - Bueh, no iba a decírmelo, claro está. Volví a alargar la mano para intentar quitarle el cigarro.

Le di una palmada en la mano cuando intento cogermelo.
-Ei! Las manos donde pueda verlas, me da igual que seas prefecto y lo sabes.
Le adverti meintras le miraba de arriba a abajo. Era cierto que no se le habia subido el titulo a la cabeza tanto como a otros, pero como tenia titulo yo estaba obligada a ponerselo mas dificil aun. Si no perdia su grancia.
-Te lo dire cuando me vea inspirada, ahora no sabria por donde empezar, Reed.

Ah, no, ¡eso sí que no! Apreté la mandíbula, empezando a ponerme tenso. Había que empezar a asumir eso de ser prefecto, o acabarían pasándote por encima. Como Weasley. Agarré su mano y le arranqué el cigarrillo con brusquedad.
- Vas a tener que cambiar de parecer.-