Relatos de Mayo

Un nuevo concurso, esta vez secundario... Concurso de Relatos. Empezaremos para el mes de Mayo ya que abril se está terminando.


Para apuntarse simplemente debeis dejar vuestro relato, escribiendo finalmente vuestro nombre, y si tiene titulo mejor. La fecha máxima de inscripción es el 16 de mayo, a partir de entonces hasta el 31 seran las votaciones y no se podran poner mas relatos. TIENE QUE HABER MÍNIMO DOS RELATOS PARA PODER HACER EL CONCURSO.


Las votaciones serán asi:
-Cada persona debe dar, 2 puntos y 1 punto, a relatos diferentes de los inscritos.
-Quien haya escrito un relato no puede votar al suyo propio

Impossible is Nothing {Fic de Renesmee & Jake}

~ Narrado desde el punto de vista de Renesmee.

Aquella tarde llovía demasiado como para salir, pero, no me importaba. Tras mi vuelta a Forks, debía verle, aunque sabía muy bien lo que me esperaría si mi padre se enteraba donde había estado, cosa que siempre hacía. Tan solo tenía cinco años, aunque tuviese la apariencia de una chica de 15, y, muy pronto cumpliría seis y aparentaría ya la edad de 17 años, como mi padre, mi madre y mis tios. ¿Quien se imaginaba que una niña como yo, podía sentir algo tan fuerte por una persona? Había estado alejada de esa persona 5 años, pero, en esos 5 años que habían pasado, cada mañana, cada tarde, cada noche, cada minuto de mi vida había estado pensando en ella. Me levanté de la cama, en la que hace un rato había estado tumbada y me asomé a la puerta para mirar que nadie viniese. Estaba algo nerviosa, ya que nunca había hecho algo así, pero, debía hacerlo... Ya lo había intentado por las buenas, pero, no había forma de convencer a Don Protector, así que, lo haría por las malas, aunque después sería peor, pero, valdría la pena si podía ver aquellos grandes y marrones ojos y aquella dulce sonrisa. Me dirigí hacia la ventana, la abrí y al asomarme pude sentir como el aire rozaba mi cara y las gotas de cara empezaban a repicotear sobre mi rostro. Salté por ella y caí agilmente de pie, sin hacerme daño, ventajas de ser una híbrida. Comencé a correr antes de que mi família se diera cuenta de que no estaba en mi habitación, más que nada mi padre, que era el que más temía que lo hiciera, ya que su reaccion sería... no me la podía ni imaginar. Mi padre, tan protector y severo, estaba siempre vigilandome, aunque, le entendía, ya que yo era su niñita y el temía que pudiese pasarme algo, pero a veces se pasaba demasiado. No era tan rápida como un vampiro, ni punto de comparacion, pero, era rápida. En unos minutos recorrí todo el bosque, atravesando la frontera, aquella frontera que nos separaba a Jacob y a mi, aunque yo siempre que quisiera la podía traspasar. Sin pensarlo, atravese aquella linea imaginaria que nos separaba y me dirigí hacia su casa. ¿Estaría ahí dentro? No lo sabía. Di tres golpes a la puerta y rapidamente se abrió. En mi boca se dibujó una leve sonrisa.
- ¡Nessie! - dijo Jacob con una gran sonrisa en su rostro y en seguida vino a abrazarme, yo le puse mis manos en su grande cinture y me aferré a el - ¡Cuanto tiempo sin verte! - dijo achuchandome y me hizo un ademán para que pasase dentro. Yo estaba empapada - Sientate - me ofreció.
- ¿No está Billy? - pregunté curiosa. Era raro que el padre de Jacob no estuviese con el.
- Está en casa de un amigo - dijo sin darle gran importancia al asunto - Oye... Nessie... estás empapada - me apartó un mechón de pelo de la cara y su caliente mano acarició mi rostro -Deberias ponerte algo seco - hizo una pausa y añadió - No sabes lo que te he extrañado todo este tiempo...
- Yo también te he extrañado, Jacob - le miré - No tengo nada seco para ponerme...
- Te daré una camisa mía, aunque, más bien te quedara como un vestido... - Se levantó y en poco tiempo trajo una camiseta - Ten - me la entregó.
- Gracias... voy a cambiarme... - empecé a andar, algo insegura, y me metí en el primer sitio vacio que ví. Allí comencé a quitarme la ropa, pero, sin querer tiré algo y se rompió. Jacob vino enseguida, debería pensar que me había hecho daño, pero, estaba bien. Me miró unos instantes, yo estaba desnuda.
- Será mejor que te vistas rápido - dijo, al girarse, pero el no pudo evitar oler sangre y se giró - Te has cortado con un cristal... dejá que te lo cure - se agachó, para estar a mi altura, y sacó un pañuelo que llevaba en su bolsillo. Me lo puso alrededor del brazo, que es donde me había cortado - Así está mucho mejor... - dijo, intentando no distraerse en mirar otra cosa que la herida. No pude evitar alarmarme, tenía que decirle todo lo que sentía.
- ¡Jacob, no sabes todo lo que te he extraño todo este tiempo! - pronuncié al fin y le abracé fuertemente, no me importaba que estuviera desnuda - Te amo Jacob, te amo, desde la primera vez que te ví...
- Renesmee - dijo mirandome seriamente, podía notar como su caliente cuerpo rozaba al mio al estar abrazandonos - No creo que al chupasangres le haga mucha gracia, pero, yo te amo más... - me miró y me acarició todo el cuerpo. Yo iba a decirle algo, pero, me puso un dedo en mi labio y me dijo - No hables, Nessie, no digas nada... por una vez, dejate llevar - Escuché lo que me dijo, y por una vez, hice lo que mi corazón decía. Al día siguiente el y yo despertamos desnudos.

Después de haber desayunado y haber estado hablando, Jacob decidió salir para acompañarme a casa. Ibamos por la carretera de Forks, el me llevaba a caballito y yo iba muy feliz subida en el, pero, nuestra felicidad se apagó cuando vimos un rostro muy familiar.
- Jacob - murmuré, mi padre aún no podría escucharnos - No pienses en lo que pasó anoche... - dije por lo bajo y Jacob me bajó.
- Vaya vaya vaya - dijo mi padre y me miró, muy serio, se notaba que estaba enfadado - Así que estabas con el chucho, ¿no? - sus ojos estaban clavados en los de Jacob, mirandole con rabia - Hemos estado buscandote toda la noche, jovencita, y te encuentro aquí con este - miró a Jacob con desprecio - Te has metido en un buen lío...
- Tú - dijo Jacob, furioso - Nessie tiene todo el derecho de venir conmigo si quiere, no puedes tratarla así...
- Soy su padre y Renesmee tiene cinco años... ¿que querias que hiciera? - dijo, con el ceño fruncido. Me dirigió una breve mirada, y al hacerlo, yo me puse a pensar en cosas que no tuvieran nada que ver con la pasada noche. Después, el miro a Jacob y sus ojos se volvieron completamente negros, daba bastante miedo... estábamos perdidos.
- Tú... chucho... cómo te atreves - dijo mirandole furioso y después me miró a mi - Renesmee Carlie Cullen - sus ojos volvieron a su forma de color dorada, pero, estaban más oscuros que cuando estaba totalmente tranquilo - Te has metido en un buen lío... hablaremos en casa, no quiero montar una carnicería - miró a Jacob - Debes darme muchisimas explicaciones, jovencita.
- Papá - dije por una vez, enfrentandome a el - No pienso irme.
- ¿Que es lo que has dicho? - dijo mi padre, furioso - Sube al coche, no hagas que te suba a la fuerza... - Sabía que el no me haría daño, pero, hoy estaba demasiado furioso y dentro de nada explotaría.
- Déjala, Cullen, ella es libre de tomar sus decisiones - Jacob metió la pata al decir eso. Mi padre se enfureció más, lo cogió, y lo estampo contra un árbol.
- No me des lecciones de como he de educar a mi hija, chucho - dijo, agarrandole por el cuello - No puedes hacerlo - Le soltó. Jacob se puso las manos en el cuello y le miró enfadado, sabía que si le hacía o decía algo nada más tendría más problemas.
- ¡Papá! - dije yo, defendiendo a Jacob - ¡Déjale empaz! ¿Es que no puedes llevarte bien con el?
- Renesmee Carlie Cullen, no me levantes la voz - dijo severo - Y, no me pidas que me lleve bien con ese chucho apestoso porque sabes que no puedo aguantarle, pidiendome eso solo empeoras las cosas... - hizo una pausa - Hazme caso... sube al coche - ablandeció un poco el tono y le lanzó una ultima mirada a Jacob y frunció y el ceño. Después me miró a mi - Dime, Renesmee... ¿Porque habría de aceptarlo? - eso fue una dura pregunta, ya que no sabía como expresar en palabras lo que sentía por Jacob, pero, debía hacerlo.
- Porque yo le amo... y, no me importa las consecuencias... el y yo estaremos siempre juntos, y, nadie podrá separarnos.
- Por que sea el primer chico del que te enamoras no tiene porque ser el amor de tu vida - dijo mi padre, ironico.
- Por eso entiendo el mal gusto de Bella... - añadió Jacob.
- Cállate, Black - volvió a mirarme a mi - Sabes que no puedo aceptar a ese energumeno solo porque tu me digas que le amas... no es suficiente, además, aunque intente ser muy pacifico con todos, el... a el no puedo soportarle. Siempre me ha traido problemas, y, no voy a permitir que vuelva a traerlos.
- Pues tendrás que aceptarle, papá, porque, yo le amo... y quieras o no, estaré con el hasta el fin de mis dias. Aunque tu le odies, aunque lo haga medio mundo... le amo, papá, y, ni tu ni nadie no va a poder hacer nada para separarnos. - Cogí a jacob de la mano y salimos corriendo.

Por fin le había dejado las cosas claras sobre Jacob a mi padre, pero, a el no le bastaría eso, pero, mientras yo estuviese entre los brazos de mi Jake y el me amara, nadie ni nada podría separarnos.


PD: Este es el primer capitulo, si eso para el proximo mes haré la continuacion ^^

I'm waiting for you

Igual que la última vez, hoy también llueve. Estoy sentada en el marco interior de la ventana de mi habitación, mirando como las gotas de lluvia golpean mi ventana. Desde mi habitación veo el parque, la gente corre a resguardarse de la lluvia, todo el mundo, excepto un chico que no se mueve. Le miro a través de la ventana, me resulta familiar, tan familiar… no, no puede ser. Me levanto lo más rápido que puedo y sin ni siquiera cambiarme de ropa, salgo a la calle, en pijama y zapatillas de casa, pero ahora eso me da igual. Cruzo la carretera sin mirar y oigo como el conductor de un coche me grita, aunque no le escucho, ahora no estoy pendiente de nada más que del chico que he visto desde la ventana, no podía ser él pero… ¿y si lo era? Había una mínima posibilidad de que hubiese vuelto… ¿Por qué ahora? ¿Por qué después de tanto tiempo? No me importaba, con solo oír su voz y ver sus verdes ojos una vez más me era suficiente. Llego al centro del parque, pero allí no hay nadie. Doy mil vueltas a mí alrededor, buscándole, esperando verle, pero ya no hay nadie, estoy totalmente sola. Me siento en un banco, apoyando los pies en él y abrazándome las rodillas, tengo frio pero ya nada importa. Empiezo a temblar, lagrimas
silenciosas recorren mi cara, se ha vuelto a ir, o puede que realmente jamás estuviera aquí, conmigo. Oigo pasos a mis espaldas, pero sé que no es él… lo sé porque nunca me percataba de cuando él se acercaba. De repente dejo de notar las gotas de lluvia caer sobre mí, alzo la vista, un paraguas negro me cubre.

-¿Le has vuelto a ver? – me pregunta una voz que conozco más que bien, asiento levemente, para luego volver a enterrar mi rostro entre mis manos, sollozando sin parar, ¿Por qué no está aquí? El chico del paraguas se sienta a mi lado y me abraza, lloro apoyada en su hombro mientras él trata de calmarme, cosa que consigue, aunque solo un poco. Me conoce demasiado bien, siempre ha estado aquí, para todo, ¿Qué más podía esperar de mi hermano? Realmente no podía quejarme, aunque tampoco pensaba hacerlo, después de un rato llorando me enjuague las lagrimas y entonces volví a oír su voz.

-¿Ya estas mejor? – me preguntó dándome un beso en la frente, no le contesté, no podía decirle que si, ya que sería mentira, no podía estar bien, no mientras él no volviera, mientras yo siguiera esperando a alguien que no regresaría, porque en lo más profundo de mi corazón sabia que ya no iba a volver, que se había ido para siempre. Pero se me hacia menos doloroso pensar que vendría a mí, y que todo volvería a ser como antes.

-Volvamos a casa, como sigas aquí fuera con este frio vas a enfermar. – dijo mi hermano levantándose, y sin esperar respuesta me cogió del brazo e hizo que me levantara. Ambos empezamos a andar hacia casa. Me dejó en
mi habitación y luego se fue; yo volví a pegarme a la ventana, viendo como la lluvia resbalaba por el cristal. Al rato me di cuenta de que seguía mojada, entré en el cuarto de baño para darme una ducha rápida, y poder regresar a mi habitación. Para cuando salí del baño ya se había hecho de noche, resulto que no me duchaba tan rápido como pensaba… Había dejado de llover, asique abrí la ventana, como cada noche antes de acostarme y me eché en la cama; no tardé en quedarme dormida. A las doce en punto, un chico entra por la ventana, como todas las noches desde que aquello pasó. Se queda de pies al lado de la ventana, procurando no hacer ruido, no quiere despertarme, pero aunque quisiera no lo haría, estoy demasiado cansada, llevaba días sin dormir bien. Cuando empieza a amanecer, el chico se acerca a la cama y se inclina sobre mi rostro para darme suave beso en los labios, luego, antes de separarse, susurra un "lo siento" y un segundo antes de que suene mi despertador, él ya ha desaparecido.