Sin poder dormir (Alexandra)

Aquella noche había tenido un sueño... Peor, una pesadilla. A cualquiera le daba igual las pesadillas, pero yo temía que se cumplieran. Me fui a pasear por las torres, donde menos prefectos habían. Asi no le quitaban puntos a mi casa. Al llegar, me apoyé en la barandilla de la torre, para poder mirar el paisaje. Echaría de menos Hogwarts, a mis amigos... incluso echaría de menos estudiar, era mejor que tener que hacer lo que mandaran los mortífagos, porque no sabías que te iban a mandar. Cerré los ojos con un suspiro.

Mas sueños extraños a causa de los horribles ataques que se comentaban en el Profeta a manos de los mortifagos.
¿Acaso no hiban a parar jamas?
Lo dudaba,pues cada vez mas eran los que se unian a su causa.
Por eso,despues de haberme despertado por segunda vez en mitad de la noche,habia decidido ir hacia la torre de astronomia,donde podria observar el cielo nocturno sin ninguna objecion.
Al llegar vi la puerta abierta.
¿Alguien mas por alli a estas horas?
Dude entre entrar o no,pero me decidi por entrar,ya que habia salido a hurtadillas e hiba a cumplir mi mision.
Entre y al acercarme a la barandilla pude ver a Alexander,mi buen amigo por lo que suspire aliviada.
-Hola-le dije,aun con un poco de mi acento aleman,que aun a pesar de los siete años en inglaterra se conservaba.

Escuché una voz con un ligero acento alemán. Abrí los ojos, y me di la vuelta derecho, ya que antes estaba apoyado en la barandilla. Sonreí de medio lado al ver a Alexandra.
-Hola. ¿Qué haces aquí a estas horas de la noche?
Le pregunté mientras miraba los terrenos de hogwarts.

Le sonrei y me encogi de hombros.
-Inmosinio y ademas queria observar el cielo-le conteste volviendo mi vista a la del cielo nocturno.
En verdad,solo la primera parte era verdad,pues jamas me habia atraido demasiado la astronomia,aunque era un arte muy lindo.
-¿Y tu que haces aqui?

-Asi que insomnio... Casi lo mismo que yo.
Dije apoyándome en la barandilla y cruzándome de brazos.
-Yo intento quitarme algo de la cabeza. Aunque es imposible. No me vendría mal una poción de esas de las que te hacen olvidar las cosas.
Esto último lo dije casi riendo.
-Aunque no estaría mal, distraerme un poco.

Rei con el cuando menciono la pocion para olvidar,quizas yo tambien necesitase una para saber si asi podria dormir sin pesadillas por culpa de los ataques que se podian leer en los periodicos.
-¿Y cual es la razon de tu incapacidad para dormir?-le pregunte,entre curiosa y divertida.

Me quedé unos momentos pensando y después respondí.
-Miedo.
Dije alzando las cejas. Después sonreí y negé con la cabeza mientras la agachaba.
-Es una tontería. Tengo miedo a lo que yo mismo pueda hacer.

Lo mire,dejando que mi anterior sonrisa se desvaneciera ante sus palabras.
-Dudo que tu seas capaz de hacer algo malvado-dije con la sinceridad en cada palabra.
Lo dudaba enormemente,y sabia a ciencia cierta que el jamas haria algo malvado.

-Te equivocas.
La miré con seriedad, aunque no pude mirarla a la cara, asi que, devié la mirada.
-Seré capaz de todo...
Dije poniendo las mangas de mi camisa a la altura de mi codo.

Lo cogi del brazo con mis manos y me puse delante de el para que me mirase.
-Lo dudo,por el simple hecho de que tu eres demasiado bueno como para hacer daño a nadie-le dije,intentando convencerlo de mis palabras.

-Era bueno. Ahora, ya no lo soy... o al menos, no tanto.
Dije mirándola a los ojos. Comencé a pensar en su reacción al descubrir que era mortífago, ella los odiaba, y si descubría que yo era de la brigada, me odiaría a mí también.

-Hablas como si fuera a matar a alguien-dije preocupada.
Me recordaba al protagonista de una serie muggle,que le decia a la chica que debia matar a su ser querido para hacer justicia sin importar que fuese un inocente.

Desvié la mirada hacia los terrenos del castillo, cuando me dijo lo de matar a alguien.
-Pues quizás. Y si sigues preguntando, a lo mejor llegas hasta la verdad. Y no te va a gustar.
Negé con la cabeza sin mirarla.

Esta bien,me esperaba cualquier respuesta salvo esa de que quizas si debia matar a alguien.
-Alex,me estas empezando a preocupar y enserio-termine mientras intentaba hacer que me mirase a los ojos y para saber que era lo que me ocultaban.

-No te preocupes. No lo merezco.
Dije negando con la cabeza. Le cogí la mano y sonreí de medio lado.
-Y si no, tiempo al tiempo.
Después solté su mano de nuevo con una triste sonrisa.

Escuche atentamente sus palabras y me cruce de brazos para recapacitar sobre sus palabras cuando me solto la mano.
-Mereces que me preocupe por que eres mi amigo-le conteste,y le sonrei.
Aunque sus ultimas palabras daban vueltas en mi cabeza como un torbellino.

-Amigo... Me vas a odiar pronto.
Dije asintiendo mientras miraba al suelo. Metí mis manos en los bolsillos y suspiré.

-Alex,sabes perfectamente que a los unicos que odio son a los mortifagos-le comente,recalcando la verdad qu el ya conocia de memoria-Pero no te odio a ti y dudo que te llegue a odiar nunca.

-¿Tampoco me odiarías si matara a alguien? ¿O si lo torturara?
Pregunté frunciendo el ceño mirándola fijamente.
-¿Me odiarías entonces?

Me quede helada en mi sitio.
Era una pregunta dificil de responder,ya que el era mi amigo y lo queria,pero lo que me estaba preguntando era si lo odiaria si hacia cosas de mortifagos.
Me mordi el labio y agache la cabeza,sin poder articular palabras alguna.

-No hace falta que respondas. Imagino cual es la respuesta.
Dije mirándola con tristeza y una media sonrisa. Posiblemente, casi toda la gente lo haría. Casi toda, o simplemente, toda. Si mi hermano estaba enfadado conmigo, y aun no me perdonaba, ¿como iban a hacerlo los demás?

-Pero tu nunca harias algo asi,¿verdad?-le pregunte mirandolo,esperanzada de que esas preguntas solo fueran una broma pero su cara no ayudaba-¿Verdad?-volvi a progunta,esta vez preocupada por si sus preguntas era por algo que habia hecho...o hiba a hacer.

Me quedé pensativo, sin saber que responder. Me quedé en silencio unos instantes.
-No sé hasta que punto puedo llegar.
Dije con tristeza. Me di media vuelta, dándole la espalda y me tapé la cara con las manos.

Levante mi mano para ponerselo en el hombro pero la baje inmediato.
-Alexander,estoy segura de que hicieras todo eso no podria odiarte-le consteste.
Lo abrace por la espalda,pegando mi mejilla a su ropa.
-Eres mi amigo,¿como odiarte?

-No es tan difícil odiar a alguien.
Dije negando con la cabeza. Sentí como me abrazaba y dejé mis brazos a cada uno de los lados de mi cuerpo.
-Odiar es fácil, querer es lo difícil.