Un escape a mi mundo (Libreee)

Ya era de noche, de hecho, ya había pasado la medianoches según mi reloj de muñeca. Esa noche, al igual que las otras 4 noches anteriores, no pude dormir, tenía pesadillas de nuevo. Como había odiado esta semana...

Me había dirigido al laberinto con mucho cuidado de que nadie me viera. Siempre me decían que ese lugar era peligroso y que te podrías encontrar con cualquier criatura, pero eso solo alimentaba más mi curiosidad por el lugar. Pero mi suerte era mala, desde que estaba allí no había encontrado ninguna cosa "peligrosa". Que aburrido...

Me senté a lado de una enorme pared de hojas, que era solo una pequeña parte de las muchas otras paredes que había en el laberinto, y me recargué sobre ella. Cerré los ojos y esperé a que el sueño llegara a mi...

Una noche más en vela. Si no era por una cosa, era por otra. Simplemente había dormido unas horas, cuando ya me estaba volviendo a poner el uniforme, pero sin la sudadera. Simplemente, con la camisa, la corbata y los pantalones. Bajé las escaleras y fui al jardín, no debería haber mucha gente. Vi el laberinto enfrente de mí y decidí entrar. Se solía decir que habían ''cosas'' por alli. Nunca me lo creí. Pero si había, no tendría que tener miedo de ellas, al fin y al cabo sería un mortífago,¿no? Estaría acostumbrado a enfrentarme con cualquier cosa. Estaba caminando por el laberinto cuando vi a una chica junto a una de las paredes de hojas del laberinto, con los ojos cerrados.
-Perdona, si quieres me voy...
Dije intentando no incomodarla.

¿Ya estaba soñando? ¿O solo pensaba? El cansancio no me permitía distinguir, pero una voz varonil me sacó de mis dudas: pensaba. No sé como pude creer que al fin podía dormir.
-No - dije al chico, abriendo los ojos cansados - Me haría bien un poco de compañía - le sonreí por un momento.

La miré un momento y me acerqué unos pasos.
-¿Qué haces por aquí a estas horas y tan sola? Y además, aquí, donde dicen que hay ''cosas''.
Al decir cosas hice el gesto que significaba ''entre comillas''

Reí ante su gesto de las comillas y le miré.
-Necesitaba pensar... o no sé. Tal vez solo quería alejarme de ese castillo - me mordí el labio - Y vamos, que esas "cosas" nunca asustarán a una Lestrange - dije haciendo el mismo gesto que el y reí suavemente.
-Me llamo Emily - me presenté con una sonrisa cansada.

-Encantado, Emily. Yo soy Alexander.
Escuché su apellido y rápidamente lo reconocí, y lo asocié con Bellatrix Lentrange. Más de una vez había escuchado aquel nombre en mi casa. Quizás ella era la hija de Bellatrix, aunque nunca me enteré de que ella tubiese hijos. En cierto modo, me daba igual si era familia suya o no: mis padres también habían sido mortífagos,¿qué más daba eso?
-Pues si no asustan a una Lestrange, tampoco asustarán a un Sandler.
Dije algo bromista.

-Así me gusta - sonreí divertida ante su último comentario.
-Mucho gusto, Alexander - le miré y pensé un rato. Después de mirar todo el lugar de nuevo (aunque no hubiera mucho que mirar) pregunté:
-Y a ti que te trae por aquí?

-Necesitaba pensar, como tú. Tengo demasiadas cosas en la mente y últimamente no duermo mucho, asi que salgo a pasear por ahí...
Suspiré y miré al frente, apoyando la parte derecha de mi cuerpo en la pared de hojas, y cogía una de aquellas hojas y comenzaba a hacerla trozos.

-No duermes mucho? - pregunté algo sorprendida - Tal vez sea una enfermedad que ronda por Hogwarts, tengo los mismos síntomas - pensé en voz alta, poniéndome una mano en la barbilla, infantil y bromeando.
-Dime, Alex, en que año estás? - dije para sacar un tema, ya sabía de que casa era, ahora solo faltaba saber su año.

-¿Dormir? Hace días que solo duermo unas dos horas...
Dije riendo.
-En séptimo.
Dije suspirando. ¿Cómo podía pasar el tiempo tan rápido? Hace unos años estaba en primero y ahora estoy en séptimo.
-¿Y tú en que curso estás?

-En 6º - sonreí, riendo por lo primero que había dicho.
-Qué rápido pasa el tiempo ¿no crees? - volví a pensar en voz alta, seguramente el creía que hablaba de los cursos, pero de lo que en verdad hablaba era del tiempo que habían muerto mis padres.

-Tiene razón. Las cosas suceden demasiado deprisa...
Dije mirando la hoja que estaba destrozando con una triste sonrisa.
-Demasiado deprisa y sin imaginarte que sucederían.

Lo miré sorprendida, eso era justo lo que yo pensaba.
-Lo mismo digo - sonreí triste y miré la hoja que destrozaba.
-Caminamos? - le pregunté con una sonrisa alentadora mientras me paraba - Así tal vez nos despejemos y si nos cansamos tal vez al fin podremos dormir bien

-Está bien, caminemos.
Dije soltando la hoja. Me quedé mirando unos segundos al suelo, y después me volví hacia ella para comenzar a caminar.
-Si tubiera un giratiempo ahora mismo, cambiaría muchas cosas...
Susurré más para mí mismo, que para ella.

Comenzamos a caminar y metí mis manos en los bolsillos de mi pantalón, hacia frío.
-Como que cosas? - pregunté al escucharlo, sentía una tremenda curiosidad por saberlo.

Me quedé un momento pensativo. Daba igual decírselo, sus padres también murieron... ¿Qué más daba contárselo?
-Por ejemplo... Intentaría evitar la muerte de mis padres. O tal vez...
Estaba apunto de decirle que quería evitar entrar en la Briga Mortífaga pero me callé inmediatamente.

Asentí concordando en lo primero.
-O tal vez ¿qué? - pregunté curiosa - Anda, no te voy a juzgar por nada - le sonreí dulce.

Me encogí de hombros y decidí contarle la verdad, ya que no me importaba lo que pasaría.
-Tal vez cambiaría lo de unirme a la Brigada Mortífaga. Mi hermano quiso que no entrara, pero yo entré y... Ya no sé que está bien ni mal. Y prefiero no saber si me equivoqué. Es lo que mis padres querían de mí.
Dije sonriendo con tristeza.

Le miré, nunca había escuchado a nadie decir eso. Apoyé una mano en su hombro, quería demostrarle apoyo.
-Mira, Alex, tus padres están muerto , duele, pero esa es la verdad - le sonreí triste también - Era tu decisión seguir el bien o el mal.

-Supongo que eso debí elegirlo antes de meterme en la Brigada... Aunque creo que es lo quiero: seguir los pasos de mis padres, y proteger a mi familia.
Dije sonriendo mientras metía las manos en los bolsillos.

Sonreí con el y quité mi mano de su hombro.
-Así se habla. Además, como mortifago tienes bastantes cosas buenas - sonreí de lado - Para mi son diferentes, ya que yo si quería ser mortifaga aunque mis padres no lo fueran - miré al cielo.

-A mí simplemente me lo inculcaron de pequeño... Y a mi hermano también pero prefiere no convertirse en un ''delincuente'' como él dice. Él estubo más tiempo viviendo entre los motífagos y sin embargo prefirió no meterse en esas cosas. Eso es muy extraño.
Dije sonriendo.

Sonreí con el.
-Bueno, es que a veces asusta - admití - Pero claro, a mi me trae satisfacción - le miré y sonrei - Que bueno que decidiste ser mortífago

-Realmente no soy un mortífago, cuando salga de Hogwarts lo seré... Y todavía no tengo la marca, pero bueno, se podría decir que soy un ''novato''.
Dije riéndome en lo último.

Sonreí.
-Yo ya tengo la marca - admití y se la enseñe - Supongo que es por ser hija de Bellatrix y Rodolphus Lestrange - dije pensativa.