Descubriéndolo ~Libre~

-Me preguntaba lo mismo
Sonrei dulcemente
-Pensaba que te pasaba algo conmigo. No me miras y ahora te escondes entre las rodillas. Tan feo soy?
Esperaba que dijera qe no. Seria algo qe me hundiria completamente

Le devolví la sonrisa mirándole fijamente a los ojos.
-Si dijera que sí estaría loca, y no te lo tendrías que creer -respondí riendo un poco por lo bajo-. ¿Y a ti que te pasa? Te veo raro... -comenté.
Esperaba que me respondiera, pero obviamente si era algo privado y no quería hablarlo no insistiría. Yo me guardaba muchas cosas para mi, no iba a ser pesada con otra persona que quisiera hacer lo mismo.

Me senté a su lado, con las piernas flexionadas.
-Alguna vez has querido tanto a alguien que no sabias como explicarlo?
Inspiré fuerte.
-Pues me pasa algo parecido. No se como decirle a alguien qe me gusta
Escondi mi cabeza entre mis rodillas, de la misma forma que ella habia echo antes. Seguramente estaria muy colorado y me daba mucha verguenza

Le seguí con la mirada hasta que se sentó a mi lado. Al escuchar su pregunta no dije nada, aparte de porque él inspiró fuerte y pensé que iba a continuar hablando, porque un nudo se había alojado en mi garganta y me impedía decir cualquier cosa... Aquello era como un balde de agua fría, pero cogí fuerzas a saber de donde y después de tragar saliva y respirar hondo hablé, aunque sin mirarle.
-Sí, te entiendo... a mi también me pasa -comencé.
Tenía que decirle algo más, si me lo había dicho era por algo. Dirigí mi mirada al cielo, e imaginando que hablaba con otra persona, dije:
-Seguro que si se lo dices no es tan malo... Quizá le gustes.

Quiza le gustes.... es muy facil decirlo pero pensarlo no.
Intenté cambiar de tema. Por un lado no quería seguir hablando de mi, y por otro quería saber de quien estaba enamorada ella.
-Y a ti con quien te pasa?
Me puse las manos en las mejillas para intentar bajar la temperatura de ellas.

Y ahí estaba la pregunta que no podía contestar, y eso que le había dicho a él que se lo dijera a esa chica, pero yo simplemente, no podía.
-¿A mi? No, con nadie... -comente, nerviosa.
Pensé que se había notado demasiado que mentía por lo que al final suspiré y añadí:
-Él no lo sabe, y le conoces muy bien... No creo que yo le interese, así que prefiero evitarme el mal trago -dije sonriendo amargamente.

No me convenció su pregunta. Su consejo había sido que se lo dijera a la chica que me gustaba, cosa que ella tampoco se atrevía a decir.
Sonrei amablemente y le pregunté:
-Nunca sigues tus consejos?
Miré al cielo y observé como una estrella fugaz aparecía rapida y timidamente x el cielo.
-Vamos! pide un deseo!
Dije mientras señalaba la estrella con el dedo

Reí ante lo primero que dijo, negando un poco con la cabeza.
-Algunos sí, pero otros no -dije sonriendo.
Entonces escuché lo que me decía y dirigí mi vista hacia donde señalaba con su dedo. Observé la estrella pensando en algo que pedir, aunque todo era muy confuso... Cerré los ojos y pensé en aquel deseo que desde hacía un tiempo creía, aunque veía imposible que se cumpliera.
-¿Has pedido algo? -le pregunté sonriendo.

-Si, pero si te lo cuento no se pide
dije en voz baja, como si alguein nos espiara y no quisiera que se enterase.
Pedi que esta noche fuese inolvidable, y que no acabase hasta haber besado a Alysa. Pero hacia mucho tiempo en que no creia en deseos ni en hadas, asique por que iba a ser diferente esta noche por una estrella?
-Y tu has pedido algo?
pregunte curioso

Le miré sonriendo cuando me contestó.
-No esperaba que me contaras el que... ¿sino para qué pedirlo? -comenté.
Entonces escuché su pregunta, a la que simplemente asentí. No hacía falta dar más explicaciones, él ya sabría porque no decía nada más. Había pedido algo que en ese momento empezaba a parecerme estúpido. Si algún deseo se podía cumplir de una estrella, el que yo había pedido era imposible. Había pedido tener el valor suficiente para decirle a Damien lo que me pasaba con él y bésarle, pero hacía tiempo que me gustaba y hasta entonces no lo había tenido, ¿por qué iba a ser diferente esa noche? Pensé que si mi madre escuchara alguno de mis pensamientos se quejaría por lo negativa que era en algunos casos, siempre lo hacía, pero era algo que no podía evitar.
-¿Tiene que ver con la chica que te gusta? -le pregunté, aunque no sabía si quería escuchar la respuesta, también la intuía.

-Que va, he pedido una hambuerguesa doble con baconAl momento me tapé la boca sonriendo, como si se me hubiera escapado sin querer. Pero era un sueño estupido y no creo que se lo creyese.
-Si, tiene que ver con la chica que me gusta. He pedido poder decirte que te quiero.
No me di cuenta de lo que habia dicho hasta que no acabé. Esta vez, no me tapé la boca, sino que miré al frente y me puse colorado

Reí al escuchar y ver su gesto.
-Me parece que ya no tendrás hamburguesa -dije riendo.
Miré de nuevo al cielo, era una noche bonita y fue cuando él volvió a hablar. Al escuchar el principio noté como el nudo en el estómago se hacía un poco más grande, o apretaba más. Pero tenía que guardar la compostura, que nos e notara... Lo ultimo que dijo me desconcentró un poco, solo por una palabra. Dirigí la vista hacía él cuando hablé. Seguramente se había equivocado por cualquier cosa.
-¿Decirme? Más bien, decirle, ¿no? -comenté, marcando con mi tono de voz la penúltima palabra.
Luego volví a desviar la vista hacia el cielo. No quería mirarle a los ojos cuando asintiera.

-Emmm
Me mordi el labio y después de recapacitarlo dos veces añadi:
-Si, eso quería decir, le... de todas formas ya no se cumplirá.
Sonreí para que pareciese mas creible, pero habia llegado a la conclusion de que no le interesaba.

Le miré de reojo al ver que se lo pensaba. Una parte de mi había empezado a pensar que podía no haberse equivocado: fatídico error. Cuando escuché sus palabras, dejé de mirarle. Otra vez el nudo.
-Ajam... -murmuré, soltando un suspiro y bajando la cabeza.
No tenía fuerzas para decir nada más, para darle ánimos como fuera.
-Hubiera sido demasiado bueno... -susurré, casi inaudíblemente.
Había sido un pensamiento tan profundo que apenas me había dado cuenta de que lo había dicho en voz alta, hasta que...

-Cual?
dije con los ojos abiertos como platos
-Hubiese sido bueno que tu y yo...
Trague saliva nervioso
-Que tu y yo, bueno que nosotros...
No era capaz de acabar ninguna frase

Cuando volví a escucharle, me giré bruscamente hacia él.
-¿Qué? No... yo... -empecé sin saber muy bien que decir.
"¿Lo he dicho en voz alta? ¿Y encima me ha oido?" -momento para nervios-. "Bien, Alysa, respira, no pasa nada".
Pero todos esos pensamientos se borraros de mi mente cuando escuché lo siguiente que decía, y vi que estaba, o al menos lo parecía, nervioso. Aun así sabía que si no se lo decía no nos íbamos a aclarar, y parecía tan claro que dejar pasar esta oportunidad sería una estupidez.
-Damien... -empecé con un suspiró. Inspiré hondo y lo hablé rápido-: El chico que me gusta eres tú.
Había bajado la cabeza, mirando mis manos que descansaban en mi regazo. No sé si había sido por la estrella fugaz o no, pero finalmente, esa noche, había tenido el valor suficiente para decírselo.

Mis mejillas se coloraron al escuchar la frase que habia soñado tantas y tantas noches seguidas.
A partir de ahora, era capaz de pedir la paz en el mundo cada vez que viera una estrella fugaz.
Me armé de valor suficiente para alzarla la cara y besarla en los labios.
Un beso dulce y lento, sin prisa. Un beso tantas veces idealizado en mi mente. Un beso mágico. Por fin! Algo dentro de mi daba saltos de alegria.

Noté su mano tocándome, haciendo que levantara el rostro. Me quedé mirándole, aunque no sabía que esperaba en realidad. Cualquier cosa menos lo que paso, que me subió al cielo. Le devolví el beso. Ese beso que tantas veces había soñado, pero que nunca había pensado que se haría realidad alguna vez. Fue dulce y lento, saboreando sus labios y el momento. El nudo en el estómago se había disipado, pero seguía nerviosa, muy nerviosa, no me podía creer que estuviera pasando eso. Tendría que empezar a creer más seguido en deseos a una estrella y cosas así, aunque quizá simplemente era pura casualidad.

Me separé de ella y sonreí contento. Por dentro estaba realmente nervioso y mis mejillas seguian algo coloradas.
No sabia que decir, despues de este beso tenia un nudo en la garganta que me impedia a hablar.
-En...enserio que te.... te gusto?
Tartamudeé, parecía bobo.

Sonreí mirándole directamente a los ojos. Estaba tan feliz que apenas me lo creía. Parecía un sueño más, del que iba a despertar en cualquier momento, quizá todo lo anterior había pasado, pero me había quedado dormida en algún momento... Asentí cuando le escuché hablar.
-Sino no te lo hubiera dicho -comenté-. Y tampoco voy besándome con el primer chico que me cruce una noche de ronda aburrida -dije, riendo un poco finalmente-. Sí, Damien, me gustas -cada vez parecía costar menos decirlo-, pero que te lo haya dicho, que esté pasando esto me parece tan irreal que aun no me lo creo. Parece que sea un sueño más de los míos -dije finalmente, sonrojándome un poco, pues estaba admitiendo que había soñado con él, y encima varias veces.

-Dime si esto te parece un sueño -la sonreí, mordiendome el labio inferior antes de volver a besarla.
Cogí su cara entre mis manos, y la atraje hacia mi dandola un beso dulce, enredando mi lengua con la suya

Sonreí al escuchar sus palabras, justo antes de que volviéramos a besarnos dulcemente, hasta que nuestras lenguas empezaron a buscarse una a la otra, haciendo que el beso se intensificara. Finalmente nos separamos un poco, por la falta de aire. Le miré fijamente a los ojos, apoyando mi frente contra la suya, sin alejarme demasiado, tenía miedo de despertar en cualquier momento.
-Sigue pareciéndomelo. Tendrá que pasar mucho para que vea que es real... -susurré, sonriendo feliz.

Me senté a su lado, sonriendola contento.
-Entonces no se que más hacer para despertarte de tu sueño.
En ese momento la pellizque en el codo, tal y como me despertaba yo de mis sueños.

Le seguí con la mirada cuando se sentó a mi lado, parecía tan feliz como yo, aunque me parecía complicado. Escuché lo que dijo y en ese momento me pellizco.
-¡Au! -exclamé sin dejar de sonreír-. Definitivamente parece que no estoy soñando... me hubiera despertado con eso -dije frotándome el codo.

-Te despiertas a base de pellizcos?
Dije sonriendo, ya teniamos algo en comun. Me quede pensativo. Este beso que significaba exactamente? Estabamos saliendo? Habia sido un beso y nada más? Estaba algo confuso y no sabía como preguntarle lo que eramos.