Enviando una carta [Scorpius]

Di otro sonoro mordisco a la manzana y me pasé la lengua por los labios, recogiendo el jugo de la manzana.
- Mmmm... -murmuré cerrndo los ojos.
- Seguro que no quieres más? está buenisima...

Observe embobada lo que hacia con la manzana y en mi subsconsciente se reproducieron una serie de echos que me hicieron enrrojecer. Mire al suelo de golpe. -No gracias, no tengo hambre...pero no te cortes, tu sigue.- dije en voz baja.

Me encogí de hombros y seguí disfrutando de aquella deliciosa y roja manzana. Cuando dí el último mordisco, saqué mi varita para hacer desaparecer el resto.
- Es una pega, estaba deliciosa -dije pasandome la manga de la camisa por la boca para limpiarme.

Le respondi sin dejar de mirarme los zapatos. -Te creo- dije en el tono mas alto que salio de mi garganta, que no fue mucho. Me meti las manos en los bolsillos de los tejanos y pasee la mirada por el suelo distraida.

Carraspeé al ver que no me miraba en la cara. Me reí por dentro ante la situacion. ¿Era por mi? Qué halago...
Me acerqué a ella lentamente y la cogí de la cara, poniendo una mano a cada lado de esta, obligándola a mirarme y pegando mi cara a la suya, quedando a centímetros.
- Mis zapatos son bonitos, pero mi cara es mejor -sonreí- ¿Qué te pasa? -directo al grano.

No me lo esperaba en absoluto y cuando me quise dar cuenta ya era tarde, tenia su cara a escasos centimetros. Note como me ardian las mejillas cuando senti su aliento sobre mi cara. "Responde rápido" Trage saliva con gran dificultad y trate de que mi voz sonase serena cuando hable. -No me pasa nada.- dije mirando sus ojos, tratando de no perdeme en ellos y quedar absorta.

Sonreí al ver su reacción. Sus mejillas se iban haciendo más rosadas por momentos, y eso comenzaba a extenderse por cada parte de su rostro.
- Bueno, entonces no te importará si hago esto, no? -dije justo antes de darle un beso junto a la comisura de sus labios.

Me quede como petrificada bueno en realidad no queria moverme, podria haberle parado per decido no moverme del sitio, no sabia cuantas opurtunidades asi podia llegar a tener. Cuando pego sus labios al costado de mis labios gire la cabeza hasta posar los mios justamente sobre los de el, como un acto reflejo puse mi mano izquierda sobre su hombre y la derecha en su cadera...

Su movimiento me cogio sin previo aviso, así que no me dio tiempo de esquivar sus labios, aunque de haber podido tampoco lo hubiera hecho.
Caminé empujándola hacia delante -atrás para ella- con mis manos en su cadera, hasta pegarla a la pared de la lechucería.

Senti la fria piedra a traves de la camiseta y un escalofrio me recorrio la nuca. Pase mis manos por sus hombros entrelazando mis manos detras de su cuello para impedirle alejarse. Encaje mis labios en el hueco de su mentón para besarle dulcemente. El corazón me latia a toda velocidad pero no me importo. Aspire su aroma cerca de su oreja atontada.

Sin separarme de ella, y pegandola más al frío muro de piedra, comencé a besar su cuello, por debajo de su oreja mientras pasaba las manos desde su cadera hasta la curva que hacia su cintura, pero por debajo de su camiseta.

El simple contacto con sus labios me puso la piel de gallina y cuando note sus manos sobre me cintura me estremeci. Mire a mi alrededor hundiendo mis dedos en su pelo, despeinandolo. "Esto es el antimorbo total" Me separe de el unos centimetros y le susurre al oido- Vamos a otro sitio, no me gusta que las lechuzas me miren- le mire con uan sonrisa. Le agarre de la mano y tire de el hasta que salimos de la lechuceria en direccion a un sitio un poco mas comodo.